Helou viajeros! Seguimos con nuestros tres días en Tokyo. En este post os cuento que vimos e hicimos por la capital del país nipón en nuestro segundo día por allí.
Antes de seguir leyendo, aquí te dejo el diario de viaje del primer día para que puedas leerlo si aún no lo has hecho.
Aquí encontrarás:
Asakusa
Empezábamos el día poniendo rumbo a Asakusa, el barrio más tradicional de Tokio.
Aunque esté bastante reconstruido tras los bombardeos de la segunda guerra mundial, aún pudimos observar en el ese aire clásico que no tienen otras zonas de la capital nipona.
Desde la estación de metro más cercana a nuestro hotel (Tochomae), cogimos la Oedo Line hasta llegar a Asakusa. Hay más o menos 35 minutos de trayecto.
Calle Nakamise
La calle Nakamise es una de las más frecuentadas por los que visitamos Tokio y el templo Sensoji.
Esta calle va desde prácticamente la estación de metro de Asakusa hasta el templo Sensoji, así que no tiene pérdida.
Está repleta de pequeños puestos donde principalmente se venden artículos de recuerdos y souvenirs varios.
Nosotros también paseamos por la calle Shin- Nakamise, que es una de las aledañas a la más conocida. Mantiene el mismo concepto y está repleta de puestos donde poder comprar de todo lo que imagines. La única diferencia es que la calle Shin- Nakamise tiene un techo que la cubre.
Templo Sensoji
No me extraña que el templo Sensoji sea de los más visitados en Japón. Es el templo budista más antiguo de Tokio y aunque tiene algunas partes reconstruidas tras la segunda guerra mundial, es un lugar que respira historia a raudales.
A sus dos grandes puertas (Kaminarimon y Hozomon) no les falta detalle. Encontraréis una a cada extremo de la calle Nakamise, siendo la puerta Hozomon la más cercana al templo.
En ambas puertas encontraréis las figuras de guerreros guardianes del templo, inspiradas en luchadores de sumo.
Al cruzar la puerta Hozomon, nos encontramos con más puestos, pero esta vez, dedicados a la venta de artículos para rituales budistas.
En este post, os cuento algunas de los rituales budistas que podéis seguir en los templos.
Es en esta zona del templo Sensoji donde pusimos en práctica muchos de ellos. Podéis adivinar vuestra fortuna con los Omikuji, purificaros con el incienso y seguir el ritual de ablación con el temizu-ya.
Aquí os dejo un vídeo de nuestra visita al templo, donde podéis ver como ponemos en práctica todo esto que os cuento.
El templo Sensoji es mucho más grande, pero lo más destacado es la Pagoda de 5 pisos y el Salón Principal.
En estas dos zonas pasamos la mayor parte del tiempo en nuestra visita al templo Sensoji. Los demás edificios del conjunto del templo los vimos muy rápidamente sin detenernos.
Así que la próxima vez que visitemos Tokio, volveremos con mucho más tiempo al templo Sensoji para verlo en detalle.
Parque Ueno
El parque Ueno está relativamente cerca del templo Sensoji. Lo separan unos 2 kilómetros caminando donde podréis ver más en profundidad la zona de Asakusa.
Pero en pleno agosto y rozando el mediodía, no queríamos arriesgarnos a derretirnos por el camino, así que cogimos de nuevo el metro.
Desde Asakusa tenéis línea directa hasta Ueno. Si cogéis la línea Ginza tardaréis menos de 10 minutos,
Parece que a la hora de planificar nuestras visitas en Japón no tuvimos en cuenta el calor y la humedad que hace allí en agosto.
Siempre que teníamos que visitar algún parque o zona al aire libre, lo dejamos sin darnos cuenta para la hora del mediodía. Donde más picaba el sol.
Así que nuestra visita al Parque Ueno fue algo breve. Aún así pudimos observar lo grande que es. Lleno de zonas verdes, algún que otro lago y hasta templos.
Dentro de este parque podréis encontrar el Zoo o el Museo de Ciencia de Japón. Planazos si vais con niños a visitar la ciudad.
Templo Kiyomizu Kannon-do
Una de las principales razones de nuestra visita al Parque Ueno, era visitar el templo Kiyomizu Kannon-do.
Este templo, está inspirado en el templo Kiyomizudera de Kioto (que visitaríamos días más tarde).
Este templo es mucho más pequeño que el de Kioto o que el visitado anteriormente, pero nos pareció muy bonito.
En este templo nos quedamos un buen rato leyendo las Tablillas Ema (donde se escriben los deseos a los dioses). Además vimos una gran cantidad de Onamoris dedicados a la fertilidad y a embarazadas. Deseando un embarazo próximo o deseando que uno ya iniciado fuera bien.
Supimos más adelante que esto es así porque este templo está dedicado a una deidad relacionada con la concepción (Kosodate Kannon).
Pero vaya, que la gente pide lo que quiere. En esta foto Cristian se reía de que uno de los deseos apuntados en las tablillas Ema.
En este caso, alguien pedía que Golden State Warriors no ganara la NBA. Aquí os dejo la muestra de lo random que pueden ser los deseos.
Ameyoko
Desde el Parque Ueno fuimos caminando a nuestra siguiente visita, la calle Ameyoko (o Ameyayokocho en japonés).
Este par de calles, están repletas de tiendas, formándose una especie de mercado. Podréis encontrar desde comida hasta calzado, pasando por locales llenos de máquinas recreativas.
Si buscáis algún sabor raro de la gastronomía japonesa para probar, este es vuestro lugar. Esta lleno de snaks de pescado o carne o frutas exóticas. Además encontraréis algunos puestos de comida donde recargar fuerzas.
Food Court en Ueno Station
Volvimos a la estación de Ueno para seguir el itinerario. Pero antes, paramos a comer que ya eran horas!
Si viajáis con alguien que es más »especialito» con la comida, pero no queréis renunciar a probar sabores nuevos, un food court es vuestra solución.
Un food court es un comedor rodeado de varios restaurantes. Puedes pedir en cualquiera de ellos y sentarte donde quieras. Así, podéis pedir en dos o más sitios, probar comida diferente, sin renunciar a la compañía o a comer juntos.
Esta fue nuestra solución. Comimos dentro de la estación de Ueno donde pudimos comer dos platos diferentes. Cristian pidió pizza y yo una especie de arroz con Tempura. Estaba todo riquísimo.
Akihabara
Si os gusta el manga, Pókemon, Dragon Ball, Sakura, Doraemon y un sin fin de series japonesas, Akihabara es vuestro lugar.
Llegamos desde Ueno en metro con la línea Ginza.
Como ya sabíamos que iba a ser nuestra perdición, decidimos dedicarle una tarde entera. No paramos de ir de tienda en tienda. Recorriendo sus miles de plantas.
Entrando en callejones donde venden figuras de coleccionista de segunda mano.
Viendo como las chicas de los Maid Café hacían promoción en la calle para que los turistas (y los no turistas) entraran.
Fue una tarde llena de paseos con calma. Buscando figuritas de encargo para nuestros amigos. Y también llena de tecnología.
En Akihabara, además de muchas tiendas de este estilo encontraréis algunas de electrónica, donde podréis deleitaros con móviles, cámaras, drones, y un sin fin de »juguetes».
Shibuya
Para acabar el día, nos fuimos a tener una primera toma de contacto con Shibuya (y su famoso cruce).
He de deciros que en Shibuya también podréis encontrar muchísimas tiendas llenas de comics y manga. Así que es la guinda perfecta tras visitar Akihabara.
Acabamos el día temprano cansados de andar tanto! El día siguiente sería nuestro último día completo en Tokio y empezaba ni más ni menos que a las 6 de la mañana.
¿Queréis saber porqué? En el próximo post os lo cuento.