Helou viajeros!
Poca cosa puedo decir del inicio de este día. Nos despertamos en pleno Monument Valley, cuando todavía estaba todo oscuro.
He de decir, que a pesar de la oscuridad, se sienten las enormes formaciones que conforman el parque, se nota una sutil sombra que lo hace notorio.
Poco a poco fue apareciendo el sol, dejando un tono anaranjado que creaba un paisaje increíble.
Allí estábamos los dos, abrigados, con la chaqueta y tapados con las mantas del hotel, viendo como se hacía de día en territorio navajo. Sin duda, por este momento, mereció la pena hacer noche en este hotel.
Al salir completamente el sol, acabamos de recoger las maletas para ponernos en marcha, que el día iba a ser muuuuy largo y también muy épico.
Antes de irnos, fuimos a la terraza del hotel, donde se observa el que llaman John Wayne’s Point, ya que según cuenta el cartel, este era el sitio favorito del actor para contemplar Monument Valley.
Antes de salir, nos pedimos un chocolate calentito para llevar y una vez montados en el coche, fuimos desayunando tranquilamente nuestras Chips Ahoy Chewy.
Nuestra próxima parada era una peculiar hendidura del río colorado, conocida como Horseshoe Bend, que a la traducción viene a ser la Curva de la Herradura.
Desde Monument Valley hasta Horseshoe Bend hay aproximadamente dos horas de coche, ya que recorremos unos 200 km o 124 millas.
¿Cómo llegar a Horseshoe Bend?
Cuando el GPS indica que hemos llegado, solo vemos un parking de arena desértica lleno de turistas y autocares que traen a miles de japoneses jaja.
Y cuando digo miles, igual me quedo corta…
Para llegar a la famosa herradura hay que andar aproximadamente un kilómetro. Un kilómetro que se resume en una gran subida y otra gran bajada.
Una vez allí, me quedé impresionada de nuevo con lo temeraria que es la gente o el poco miedo que le tienen a las alturas ya que habían personas haciéndose fotos al filo del acantilado!!!
Asomarse para ver la herradura, al menos a mí, me dio bastante respeto, así que uno de los métodos más usados por todos los que estábamos allí era el de tumbarse o sentarse un poco alejado del borde para así poder disparar la foto rápidamente.
Ya os vuelvo a decir que yo lo pasé bastante mal con la altura, aunque el paisaje y la forma del río es brutal, así que había que hacer el esfuerzo!
Horseshoe Bend está muy muy cerca de la próxima parada, pero como aún teníamos tiempo, decidimos ir al famoso Wallmart para curiosear los productos de un supermercado americano. Este fue el inicio de nuestra perdición.
Oreo y Chips Ahoy sabor Red Velvet, Peanut Butter, Brownie… un sin fin de trocitos de cielo que aquí en España no tenemos!! Podéis imaginar la bolsa que nos llevamos de cosas!
Con tal estampa, estábamos muertos de hambre, así que decidimos ir a comer siguiendo recomendación de nuestra travel blogger de cabezera. Me refiero a Majo de El viaje de tu vida, un blog imprescindible!! Aquí leímos que comieron en Stromboli’s, una pizzería con nombre italiano que les gustó mucho, así que allí fuimos!!
Yo pedí pizza y Cristian pidió Calzone, y estaba bastante bueno y el tamaño era grandote!! Todo nos costó 43$, unos 35€.
Cuando tuvimos la tripa llena, fuimos a la oficina de la empresa de tours que contratamos. Lamentablemente, cuando compramos las entradas desde casa, solo quedaban a las 15:30. Ya intuíamos que por falta de luz, el cañón no luciría tanto.
Existen dos zonas diferenciadas del Antelope Canyon, el Upper Antelope y el Lower Antelope. Estuvimos investigando y la mayoría de gente opinaba que el Upper Antelope era más bonito. Así que nos decantamos por él. Teniendo más tiempo, sin duda, habríamos hecho el tour por los dos!!
Sea cual sea vuestra elección, tenéis que saber que esta zona es territorio de indios navajos, y no permiten acceder al cañón si no es con guía. Deberéis pasar por una de las compañías ubicadas en Page que ofrecen tours.
Por lo que estuvimos ojeando, todas tienen prácticamente un precio similar, y nos decantamos por Antelope Canyon Tours.
Esta empresa solo ofrece tours por el Upper Antelope y tiene dos variantes, el Sightseer’s Tour y el Photographic Tour.
La diferencia es que en el primero, el grupo de personas es mayor y es más económico (si bueno…) y el Photographic es en grupos más reducidos y hay más tiempo disponible para llenar la tarjeta de memoria haciendo millones de fotos.
El precio del Sightseer’s Tour, actualmente es de 45$ para adultos, aunque cuando nosotros lo reservamos creo recordar que costaba unos 42¢, el precio del Photographic Tour es de 108$.
Nosotros nos conformamos con el Sightseer’s así que pagamos 84.80$ y lo contratamos unas 3 o 4 semanas antes del viaje.
Consejo: si tenéis las fechas de vuestro viaje, coged este tour con bastante antelación para poder elegir la hora, puesto que con semanas de antelación no quedaban plazas disponibles para los tours de la mañana.
Al llegar a la oficina, nos indicaron que esperáramos fuera y nos repartieron unos tickets de colores. Más tarde, los conductores iban llamando a su grupo por el color de la tarjeta.
He de decir que fue divertidísimo el paseo en esa camioneta. Los baches y las curvas era como estar en un parque de atracciones! jaja
La conductora era también nuestra guía, y aunque el tour es en inglés y no tenemos un nivel altísimo, fuimos siguiendo la explicación y lo hizo mucho más ameno y divertido haciendo bromas.
Además, nos explicaba qué filtro poner en el móvil e incluso nos hacía fotos ella misma!! Un 10 de guía!
A mí Antelope Canyon me gustó un montón, a Cristian no tanto. Él dice que se esperaba más por los fotones que habíamos visto antes de ir.
Si que es cierto que con la luz del sol ya escondiéndose, Antelope Canyon luce menos. Aún así me parece una brutalidad de la naturaleza. La guía nos contó que el cañón fue formado por años y años de unión entre arena del desierto, agua y erosión. Que una arena tan delicada logre formar esas paredes de roca me parece increíble!!
El problema, de nuevo, fue la luz. Además de no dejarnos disfrutar de la plenitud de las aperturas en el techo del cañón y de las formas que crea la luz al entrar, nos salieron unas fotos un poco feas. Aunque alguna podremos salvar para el recuerdo! jaja
Tras salir de Page y acercarnos a Antelope Canyon, el paisaje fue cambiando. Desaparecieron las casas para dejar paso al desierto de color rojizo. Hasta llegar a la entrada de esta maravilla.
La guía nos iba acompañando por el recorrido. Iba explicándonos las formas y el significado que le daban los indios navajos a las rocas y a la luz que entraba a través del techo.
Además, nos iba indicando cuál era el mejor ángulo para hacer la foto, una crack! jaja
Al acabar el tour, volvimos a la camioneta que nos llevó de vuelta a la oficina, donde teníamos el coche aparcado.
Una de las cosas que más nos impresionó de Page es la cantidad de iglesias que hay en el pueblo. Contamos más de 10 en apenas 5 minutos de recorrido.
Yo salí encantada del tour, aunque sí o sí, tenéis que hacerlo por la mañana, que entonces debe ser brutalísimo!!
Tocaba cambiar de estado y poner rumbo a una de las ciudades que más ganas teníamos de conocer ¡LAS VEGAS!
Desde Page a Las Vegas hay unos 440 kilómetros, una buena tirada por delante! Tardamos cuatro horas y media en recorrer esta distancia e íbamos cambiando de conductor. A cada milla flipábamos con el paisaje. Cantábamos los grandes éxitos de los 90 y nos lo pasamos súper bien. He de decir que para ser nuestro primer road trip, no se nos hizo muy pesado y nos dejó con ganas de hacer otro!
Al llegar al estado de Nevada, el reloj se atrasa una hora, así que llegábamos una hora antes a la ciudad del pecado!
Veníamos de la oscuridad de las carreteras, sin cruzarnos a penas con ningún coche, hasta entrar en una mega autopista de 5 carriles. Poco a poco había más luz hasta que…
Señoras y señores…. Welcome to Las Vegas!! Hágase la luz! La calidad de la foto es pésima, pero se puede apreciar la cantidad de luz que desprende la ciudad. Dicen que París es la ciudad del amor y de la luz, eso de la luz lo podríamos replantear ¿no? jaja
Fuimos directos a nuestro hotel, el Hotel Excalibur, un mega hotel con miles de habitaciones, que tiene aspecto de castillo de cuento!
Entramos y pam! Un casino en plena recepción, empezábamos a ver la locura de las vegas. Nos dieron las llaves de la habitación, fuimos corriendo a dejar las maletas y a explorar el Strip!
Justo ese día era el cumpleaños de un muy buen amigo nuestro al que le encantan los casinos. Siempre nos pide fichas para ampliar su colección. Le preguntamos cuál quería y su respuesta fue que quería una ficha del Hotel Bellagio. Nuestra primera parada tenía que ser esa!!
Recorrimos prácticamente el Strip entero. Empezando por el Hotel New York y disfrutando de las luces y el ambiente nocturno. Hasta que llegamos al Hotel Bellagio y a su vecino de la acera de enfrente, el hotel París París.
Jamás habría imaginado ver tal Torre Eiffel fuera de París, Las Vegas no conoce de límites!!
Justo al llegar al Hotel Bellagio, empezaba su espectáculo en la fuente, y nos quedamos a verlo para alucinar. En esta ocasión, la canción era navideña, puesto que era 19 de diciembre. Un pedazo de espectáculo!!
Este espectáculo de luces se hace todos los días y prácticamente a todas horas.
De lunes a viernes empieza a las 15:00 hasta medianoche. Hay un pase cada 30 minutos hasta las 20:00. Cada 15 minutos de 20:00 a 00:00. Si vais en fin de semana, este espectáculo empieza los pases a las 12:00.
Cuando tuvimos la ficha en nuestro poder, volvimos a recorrer el Strip para volver al hotel.
Y se nos cruzó en el camino un Shake Shack! Así que decidimos recordar nuestro viaje a Nueva York, donde probamos por primera vez estas hamburguesas. Qué ricas están!
El día siguiente en Las Vegas fue épico, aquí podéis leerlo.