Helou viajeros!
Que poco duró lo bueno y como costó volver a la realidad… aunque desde que comencé con el blog, el fin de cada viaje supone poder escribir todo lo que hemos vivido, lo que me permite revivir cada momento, cosa que hace que la vuelta no sea tan dura. Además me encanta intentar transmitir todas las emociones que hemos vivido durante estos días.
Aunque toda aventura tiene un comienzo, y cuando viajas tan lejos, los comienzos suelen ser largos, demasiado largos.
Por fin había llegado de nuevo el momento de coger un avión y dar comienzo a esta aventura navideña. Pero como los días libres en el trabajo no abundan hay que hacer malabares para unir días y poder volar un poquito más lejos.
Pero cuando hay ganas, no hay ninguna excusa que valga. Así que el despertador sonaba a las 5:30 de la mañana para ir a trabajar! Eso sí, me dejaron salir un poquito antes para llegar con calma al aeropuerto.
Nuestro vuelo salía a las 17:40 de la tarde, así que saliendo a las 13:00 del trabajo iba sobrada para facturar la maleta y pasar el control de pasaportes.
Ilusa… y tan sobrada que iba! A media mañana me llegó un SMS diciendo que nuestro vuelo se retrasaba. Pero como ya habíamos quedado con un amigo para que nos llevara al aeropuerto no íbamos a cambiar sus planes.
Incluso salí tarde de trabajar por una reunión de última hora pero allí nos plantamos a las 14:30 con una tarde larga de espera.
Con 5 horas por delante nos lo tomamos todo con mucha calma. Lo primero que hicimos fue ir a preguntar si podíamos facturar la maleta para ir a pasar el control. No nos pusieron ningún problema y debido al retraso nos dieron un vale con un valor de 10 euros por persona para comer en el aeropuerto por las molestias ocasionadas.
Así que fuimos a elegir un sitio donde comer en la escasa variedad que hay en la Terminal 2 del Aeropuerto de Barcelona…
Después de comer, vimos que aún nos quedaban más de 4 horas por delante. Nuestra solución fue comprar un libro de pasatiempos, tomarnos un café y fuimos abuelos domingueros por un rato. Haciendo crucigramas viendo como los aviones despegaban, que oye, según para que día a mi me parece un planazo!
En teoría, nuestro vuelo embarcaba a las 19:05 y el avión salía a las 20:00. Ilusos x2. A las 20:00 aún no habíamos subido al avión!
Nunca habíamos volado con Norwegian, y no está mal. Aunque para ser un vuelo internacional, los asientos son más estrechos que los de otra compañía.
Cogimos la tarifa LowFare, donde se incluye la facturación de una maleta de 20 kg por persona, la elección de los asientos y comida a bordo.
Así que hacia las 22:00 nos dieron algo de cenar. Cenamos pasta con pollo, porque era lo que había. Según nos dijo la chica el otro plato que ofrecían ya se les había terminado (y éramos la fila 18…) así que nos conformamos jajaj
Yo soy malísima para dormir en el avión mientras que Cristian se duerme antes de despegar… Tuve que ver 2 películas, jugar a los juegos de la pantalla del avión, escuchar música… y creo que logré dormir unas 4 o 5 horas de las 12 que duraba.
Nuestro plan era llegar a las 21:40 al aeropuerto de Los Angeles, y a las 22:30 como mucho estar cogiendo el coche de alquiler para empezar al día siguiente más cerquita de nuestro punto de comienzo.
Pero no… Bajamos del avión a las 00:30 de la noche. Mientras pasábamos el control del ESTA y recogíamos la maleta se nos hicieron la 1:15 de la madrugada, horario de Los Angeles. Para nuestro cuerpo eran las 10 de la mañana del día siguiente!! Y nosotros dando vueltas por el mundo desde las 5:30 de la mañana, podéis imaginar que estábamos frescos y radiantes como las rosas jajaja
Salimos a buscar el bus lanzadera que nos llevaba a la oficina de alquiler de coche. Es bastante sencillo. Al salir de la terminal hay unos arcenes pintados de color lila. Aquí se indican qué compañías de alquiler de coches pasaban por ahí.
Nosotros reservamos el coche con Europcar, y aunque en la lista no aparecía, en nuestra reserva ya se indicaba que teníamos que coger el shuttle de Advantage. Tardó unos 10 minutos, y más o menos otros 10 hasta llegar a la oficina.
Una vez allí, ya eran cerca de las 2 de la madrugada. Y todavía nos quedaba un rato por delante intentando entender al chico que nos estaba detallando las condiciones del alquiler de coche.
Nosotros habíamos reservado el coche para 10 días con un seguro adicional, que casi se asemejaba a un todo riesgo. Además, en el alquiler nos entraba gratis un conductor adicional.
Pero aquí viene el primer problema, al darle mi carnet de conducir al chico, se dio cuenta de que yo tenía 23 años, así que la gratuidad del conductor adicional no se aplicaba en nuestro caso.
Nos comentó que para 10 días, el suplemento que debía pagar por conducir debía ser de 200$… Lo estuvimos valorando, y aunque casi nos sale más caro el suplemento que el alquiler del coche, decidimos cogerlo para que Cristian no se comiera el sólo los más de 4000km que hicimos.
Quizás podríamos no haber dicho nada y que yo fuera conduciendo a ratos sin tener contratada esa opción. Pero nos gusta ser legales, por lo que pueda pasar jaja
Solucionado este tema, el chico nos empezó a hablar del fast track, el equivalente al teletac en Cataluña. Para los que no sepáis que es, es un aparato pegado a la luna del coche por el que no debes parar a pagar el peaje, sino que te lo detectan al segundo y te lo cobran directamente de tu cuenta.
El chico nos ofreció esto, por 100$ los 10 días. Nos dijo que algunas carreteras eran de pago y nos saldría a cuenta.
Yo no quería cogerlo pero Cristian me convenció diciéndome que nosotros somos mucho de perdernos y más valía tenerlo por si nos metíamos por carreteras que no controlábamos y eran de pago.
Una vez nos dejó la tarjeta de crédito dolorida, el chico nos dio las llaves del coche. Pero los inconvenientes no acaban aquí.
Para los viajes por USA y por Europa, desde 2016 no nos preocupamos por tener internet en el móvil. Vodafone-ONO tienen tarifas donde los datos móviles en estas dos zonas son gratuitos.
Pero al llegar allí no cogíamos ni cobertura, ni datos ni nada de nada. Sin datos no podíamos usar Google Maps para llegar a los sitios. Como contábamos con ellos, no nos habíamos descargado ninguna aplicación offline.
Así que desde mi móvil, al que le funcionaba la cobertura pero no tenía tarifa de datos (esos de Orange son lo peor…) , tuvimos que llamar a Vodafone para que nos arreglara el problema.
Total, ya eran las dos de la madrugada, tampoco nos corría prisa jaja
Una vez, arreglado, por fin íbamos a conoer a nuestro compañero de viaje. Nuestro super coche! Era un Dodge Journey, un bicho muy grande.
Con la emoción y el cansancio se nos olvidó hacerle una foto. Os dejo esta tan de anuncio que hicimos en Monument Valley.
Ya estábamos en Los Ángeles, teníamos coche y GPS. Era hora de tomar la carretera rumbo a Barstow. Nos esperaban 180 kilómetros.
En menos de dos horas llegábamos al hotel, y aunque el trayecto en coche pasó rápido ya eran las 4 de la madrugada, menso mal que el hotel era decente para descansar un poquito (aquí tenéis el post con nuestros hoteles).
En el avión nos habían dado una bolsita con el desayuno. Eso nos sirvió de cena en el hotel porque ya no teníamos más fuerzas ni para comer jaja. Habían pasado más de 24 horas desde que salí de casa!! Vaya comienzo jaja
Así acababa nuestro primer día. Con mucho cansancio y sólo 4 horas para dormir. Aunque las ganas de empezar a recorrer la Costa Oeste eran infinitas.
Aquí podéis leer nuestro primer día recorriendo un trocito de la mítica Ruta 66!
Hola linda, espero que Los Angeles te encante!! en lo particular te recomiendo desviarte unos 50 minutos para conocer la bella Santa Monica!! saludos 😀