Helou viajeros!
En este post os conté cuáles fueron los preparativos y presupuesto de este fin de semana express. Después de haberos contado la teoría, vengo a contaros la práctica: nuestro viaje a Disneyland Paris .
Aquí tenéis nuestro diario de viaje con nuestra experiencia y algunos consejos que nos parecen útiles para sacarle el máximo partido al mundo Disney.
El despertador sonó a las 4 de la mañana ya que el avión salía a las 6.10. Nosotros vivimos a unos 25 km del Aeropuerto de Barcelona, no llega a media horita en coche.
Siempre que tenemos este tipo de escapadas cortas, cogemos un parking cerca del aeropuerto por dos motivos principales. Primero porque a esas horas no hay transporte público y segundo para no tener que molestar a nadie a esas horas de la madrugada.
Solo hemos probado una de las muchas opciones que hay alrededor del aeropuerto porque nos ha ido súper bien. Siempre lo hemos cogido con HolaPark que a parte de los precios bajos que tienen (unos 15€ los dos días), el servicio de transfer hasta las terminales es muy rápido y continuo.
A las 6.10 a.m despegábamos rumbo París, y aterrizamos allí a las 8, bien madrugadores!
Una vez bajamos del avión y salimos de la zona de recogida de maletas hacia el exterior de la terminal, vimos la empresa con la que habíamos alquilado el coche, Alamo.
Después de pedirnos los datos necesarios, nos indicaron que debíamos ir a un parking donde estaban todos los coches de alquiler de las diferentes empresas, a menos de 10 minutos andando.
Allí descubrimos que Enterprise es igual que Alamo, ya que hicimos todo el tramite con un empleado de esa empresa e incluso diría que nuestro coche llevaba la pegatina de Enterprise.
Nos tocó un Citröen C2, pequeñito pero suficiente para los dos y para el corto trayecto que íbamos a hacer.
Desde el Aeropuerto de Orly hasta Disneyland París hay unos 45 minutos y con el GPS fue muy fácil llegar y al ser sábado por la mañana, estaba la autopista bastante vacía.
Antes de ir hacia Disney, fuimos al hotel, donde nos atendió un chico muy simpático que sabía hablar español, ya que según nos contó su mujer era española y estaba aprendiendo. Dejamos las maletas y nos subimos a la furgo del hotel, el transfer que te lleva y te trae del parque cada vez que lo solicites.
El transfer nos dejó en una entrada del parque donde no había nadie! Esta entrada está al final de la Avenida de Paul Séramy tocando con la Esplanade François Truffaut, como podéis ver, estábamos prácticamente solos.
En esas carpas verdes hay un control de seguridad, donde tenéis que pasar por la máquina de rayos x la mochila y debéis pasar por un arco detector de metales.
Cuando comprueban que todo está correcto y te dejan pasar, accedes a una plaza donde te encuentras con toda la gente que sale de la estación de tren, una verdadera estampida!
En esta plaza es donde se encuentran las entradas a ambos parques, Disneyland Park y Walt Disney Studios. Nosotros decidimos pasar la mañana en Disneyland Park y por la tarde cambiar a los Studios.
Nosotros compramos las entradas por la página web y decidimos descargarlas en casa (para que no nos cobraran por enviarlas), así que había que pasar por las taquillas para que nos dieran las entradas válidas con el código QR para entrar en ambos parques y reservar los fast pass, de los que os hablaré más adelante. Las taquillas se encuentran a ambos lados de la entrada, y no sé si era muy pronto o simplemente fue suerte, pero no hicimos nada de cola!
Con nuestras entradas en la mano, ya podíamos acceder al parque, pasando el QR por el escáner que tienen las máquinas de la entrada, y como podéis ver, las entradas son monísimas.
Cuando accedes a Disneyland Park te encuentras con la Main Street, una calle ambientada en una ciudad americana del s. XX. Todas las tiendas tienen merchandising Disney, desde platos y teteras hasta ropa, pasando por mantas y juguetes.
Como no podía ser de otra manera, fui directa a comprarme una diadema con orejas. Los que penséis que puede daros vergüenza llevar unas orejas enormes de Mickey en la cabeza, no os preocupéis, allí el raro es el que no las lleva!!!!
Nosotros fuimos en busca y captura de las ‘’atracciones fuertes’’. En el mapa se diferencia entre atracciones denominadas »aventuras en familia», las atracciones »perfecto con peques» y las de »emociones fuertes» donde fuimos de cabeza.
Mi atracción favoritisima de Disneyland Park es la de Buzz Lightyear Laser Blast. En esta atracción te subes a un vagón que va haciendo un recorrido donde aparecen los extraterrestres de la película Toy Story.
Cada vagón esta equipado con dos pistolas para que puedas disparar a los extraterrestres, lo que hace que tengas una gran competición con tu compañero de vagón!!!! A esto le sumamos que el vagón también tiene un joystick que se va moviendo de lado a lado, para evitar que el de al lado tenga equilibrio y pueda apuntar bien.
¡Una guerra en toda regla!
Esta atracción es una de las que cuenta con Fast Pass, que es uno de los mejores inventos que tiene Disney.
El Fast Pass es una especie de reserva para subir a la atracción. Existen determinadas atracciones que al rededor de la entrada cuentan con unas máquinas para sacar este ticket.
¿Cómo se hace? las máquinas tienen un lector de QR, pasas la entrada al parque y automáticamente te sale un ticket con dos horas, que indican que entre ese periodo de tiempo podrás subirte a la atracción sin hacer toooda la cola. Si tenemos fast pass solo hacemos la cola con la gente que tenga el fast pass con la misma hora que nosotros, ya que para llenar vagones priorizan a los que tengan fast pass antes que a los de la cola normal.
ADVERTENCIA: si ahora estás pensando: ¡Estupendo! entro a primera hora en el parque y voy cogiendo Fast Pass en todas las atracciones para tener hora de entrada y así no hacer cola en ninguna. Pues no.
Siento deciros que no se permite sacar dos fast pass seguidos si no ha pasado un determinado tiempo entre ellos, que suele ser de aproximadamente unas dos horas.
Si intentáis sacar alguno sin que haya pasado el tiempo, os saldrá un ticket como estos, donde indica a partir de qué hora podéis volver a sacar Fast Pass.
A parte de la atracción de Buzz, nos gustó un montón la atracción Big Thunder Mountain, una montaña rusa en Frontierland que recorre el Gran Cañón del Colorado.
Lo divertido de esta atracción es que es una isla en el lago sin ningún puente ni acceso a ella. ¿Cómo llegan los vagones hasta las vías que están aquí? Por debajo del agua!!
Esta atracción también tiene Fast Pass del que hicimos uso!
Si tuviera que descartar alguna atracción de Disneyland Park, sería la de Indiana Jones, que es una montaña rusa, y la de Pinocho, un paseo por el cuento en un trenecito, son bastante simplonas sin nada que destacar.
Nos quedamos con las ganas de montarnos en la atracción de Piratas del Caribe, que estaba en obras para reabrirla este verano 2017.
Después de estar toda la mañana explorando por Disneyland Park, era hora de comer y salimos del parque con un rumbo fijo.
Por donde nos dejó el transfer del hotel, antes de entrar en el parque ¡hay un Five Guys! el lugar donde hacen las mejores hamburguesas que probamos en Nueva York. Como en casa no tenemos ninguno cerca, no podíamos perder la oportunidad de volver a comer esa delicia.
Con las pilas recargadas y la tripa llena, fuimos a Walt Disney Studios. Entrar fue mucho más rápido ya que como teníamos las entradas solo teníamos que pasar la entrada por el lector, sin pasar por ninguna taquilla.
Si la entrada a Disneyland Park es una ciudad americana de principios del siglo XX, la entrada a Walt Disney Studios te transporta a la época dorada de Hollywood.
Walt Disney Studios se aleja de las princesas y de los cuentos para dedicar sus atracciones al cine y a los efectos especiales.
En este parque está la atracción más fuerte de ambos parques, la Hollywood Tower, una especie de caída libre dentro de un ascensor encantado.
Mi segunda atracción favoritisima dentro de todo Disneyland es la de Ratatouille, que se encuentra en los Studios.
En esta atracción 3D, los vagones son ratones y al subirte en ellos empieza una aventura reducidos a su tamaño para acompañar a Remy en una noche en el restaurante de Gusteau’s.
Me pareció una atracción preciosa, tanto para niños como para los mayores que seguimos disfrutamos de Disney.
En esta atracción entramos en la fila de Single Ride. Esta opción esta disponible para todos aquellos que se montan solos en las atracciones o que no les importa montarse sin sus acompañantes.
Con esta cola, van rellenando los huecos que quedan en los vagones y nos ahorramos 50 minutos de cola!
Aquí en los Studios también tenéis un tour muy chulo, subidos a un bus van explicando como se preparan y se graban algunas escenas de acción y de efectos especiales, ¡incluso te hacen ser parte de una de ellas!
Tanto un parque como el otro, están cuidados hasta el más mínimo detalle. Cada zona está ambientada perfectamente, y no solo las atracciones sino cualquier espacio libre en el parque va a tener decoración de alguna película.
Un ejemplo de ello es la zona de Toy Story, donde todo es enorme para que te sientas del tamaño de un juguete.
En esta zona, nos montamos en la atracción RC Racer, un coche de juguete que sube y baja con su propia inercia en una V. Para la cola que hicimos, no es gran cosa.
El tiempo de espera de esta atracción es mucho, ya que solo hay un coche, y en el cabrán unas 25 personas… No es una gran pérdida si no os da tiempo a subir.
En este parque nos quedamos con las ganas de subir en la Crush’s Coaster, la atracción dedicada a la película de Nemo. Siempre que nos acercábamos habían casi dos horas de espera, así que lo íbamos posponiendo para ver si en algún momento había menos, pero nunca pasó…
CONSEJO: Existe la aplicación para móvil de Disneyland París, donde además de mapa podréis ver cuánto tiempo de espera hay en cada atracción. Lo malo es que no hay wifi en todo el parque y que cuando hay mucha gente los datos móviles no funcionan del todo bien, pero para consultar algo puntual no está mal.
Después de toda la tarde por Walt Disney Studios, volvimos a Disneyland Park para volver a subirnos a la atracción de Buzz.
Cenamos en Main Street, en el restaurante Market House Deli, un restaurante de comida rápida. Cenamos dos tostadas francesas enormes, cubiertas de mantequilla y rellenas de jamón y queso, dos refrescos y un muffin, todo por unos 26€. Que para estar dentro del parque es un precio elevado pero no un atraco a mano armada.
Sin duda, la próxima vez que vuelva a Disney quiero cenar en el Restaurante de Gusteau’s, que se encuentra dentro de la atracción de Ratatouille. Cuando te bajas de ella, puedes ver el interior del mismo y cómo ésta de bien cuidada la decoración, una auténtica maravilla!
Después de cenar estuvimos mirando las tiendecitas mientras hacíamos tiempo para que empezara el show Disney Illuminations en el castillo de la Bella Durmiente. Este espectáculo es un mapping en el castillo con imágenes y las canciones de Disney, que acaban con fuegos artificiales, una pasada!!
Llamamos al transfer para que nos viniera a buscar y caímos muertos en el hotel, que estar despiertos desde las 4 de la mañana ya pesaba
Al día siguiente desayunamos en una cafetería cerca del hotel y probamos el Pain au Chocolate, que aunque tenga un aspecto parecido a una napolitana, sabe diferente y muy muy bueno.
Nuestro segundo día en los parques lo aprovechamos para subirnos en las atracciones que nos quedaban y para repetir algunas, sin duda la de Buzz y la Hollywood Tower!!!
Como buenos fans que somos de la saga de Star Wars, teníamos que probar sí o sí las dos atracciones que hay en Disney dedicadas a las películas. Desde hace unos 5 años, Disney compro Lucasfilm y desde entonces no han dudado en exprimirla al máximo, hasta llegar a crear o modificar atracciones para adaptarlas a temática galáctica, y las estrenan en este 25 aniversario.
Quizás porque esperábamos mucho, no nos parecieron atracciones bestiales. La atracción de Star Tours es una »película» en 4D o en 5D (yo me pierdo en esto de las dimensiones). En ella te sientas en una butaca que se va moviendo con lo que pasa en la pantalla, que en este caso es una aventura con C-3PO.
La Hyperspace Mountain, es la mítica Space Mountain de toda la vida pero simplemente le han cambiado el nombre para hacerlo más Star Wars. Una montaña rusa indoor que coge bastante velocidad, muy chula pero que siempre tiene una espera de más de 1 hora.
Antes de irnos del parque, pasamos por casualidad por una tienda que está dentro del castillo de la Bella Durmiente. No es una tienda más de souvenirs, sino que la tienda está dedicada exclusivamente a la navidad!
Desde hace poco, hemos decidido coleccionar adornos para el árbol de navidad de los lugares a los que viajemos (si es que encontramos, porque en los viajes que no son en época navideña es un poco difícil de encontrar).
Ya contamos con una bola de Nueva York, con Elmo y Coco de nuestro amado Port Aventura, y desde mayo se unen a nuestra colección unas orejitas de Mickey y una taza con los ratones de la Cenicienta, Jaq y mi queridísimo Gus.
Después de esta última compra, llamamos al transfer por última vez para ir a buscar nuestro coche y poner rumbo al Aeropuerto.
A las 9 de la noche dábamos por finalizado uno de los viajes que nos ha hecho volver a ser niños y a disfrutar de la magia.
Han pasado dos meses y ya pienso en volver a Disney, y esta vez me gustaría ir en navidad, para vivir aún más la magia de esos parques. Quien sabe si lo haremos pronto.
Hasta entonces, os dejo un vídeo de lo que fueron estos dos días y ¡a comerse el mundo!
[wpvideo rqnsOWMC]
Helou viajeros!
En este post os conté cuáles fueron los preparativos y presupuesto de este fin de semana express. Después de haberos contado la teoría, vengo a contaros la práctica: nuestro viaje a Disneyland Paris .
Aquí tenéis nuestro diario de viaje con nuestra experiencia y algunos consejos que nos parecen útiles para sacarle el máximo partido al mundo Disney.
El despertador sonó a las 4 de la mañana ya que el avión salía a las 6.10. Nosotros vivimos a unos 25 km del Aeropuerto de Barcelona, no llega a media horita en coche.
Siempre que tenemos este tipo de escapadas cortas, cogemos un parking cerca del aeropuerto por dos motivos principales. Primero porque a esas horas no hay transporte público y segundo para no tener que molestar a nadie a esas horas de la madrugada.
Solo hemos probado una de las muchas opciones que hay alrededor del aeropuerto porque nos ha ido súper bien. Siempre lo hemos cogido con HolaPark que a parte de los precios bajos que tienen (unos 15€ los dos días), el servicio de transfer hasta las terminales es muy rápido y continuo.
A las 6.10 a.m despegábamos rumbo París, y aterrizamos allí a las 8, bien madrugadores!
Una vez bajamos del avión y salimos de la zona de recogida de maletas hacia el exterior de la terminal, vimos la empresa con la que habíamos alquilado el coche, Alamo.
Después de pedirnos los datos necesarios, nos indicaron que debíamos ir a un parking donde estaban todos los coches de alquiler de las diferentes empresas, a menos de 10 minutos andando.
Allí descubrimos que Enterprise es igual que Alamo, ya que hicimos todo el tramite con un empleado de esa empresa e incluso diría que nuestro coche llevaba la pegatina de Enterprise.
Nos tocó un Citröen C2, pequeñito pero suficiente para los dos y para el corto trayecto que íbamos a hacer.
Desde el Aeropuerto de Orly hasta Disneyland París hay unos 45 minutos y con el GPS fue muy fácil llegar y al ser sábado por la mañana, estaba la autopista bastante vacía.
Antes de ir hacia Disney, fuimos al hotel, donde nos atendió un chico muy simpático que sabía hablar español, ya que según nos contó su mujer era española y estaba aprendiendo. Dejamos las maletas y nos subimos a la furgo del hotel, el transfer que te lleva y te trae del parque cada vez que lo solicites.
El transfer nos dejó en una entrada del parque donde no había nadie! Esta entrada está al final de la Avenida de Paul Séramy tocando con la Esplanade François Truffaut, como podéis ver, estábamos prácticamente solos.
En esas carpas verdes hay un control de seguridad, donde tenéis que pasar por la máquina de rayos x la mochila y debéis pasar por un arco detector de metales.
Cuando comprueban que todo está correcto y te dejan pasar, accedes a una plaza donde te encuentras con toda la gente que sale de la estación de tren, una verdadera estampida!
En esta plaza es donde se encuentran las entradas a ambos parques, Disneyland Park y Walt Disney Studios. Nosotros decidimos pasar la mañana en Disneyland Park y por la tarde cambiar a los Studios.
Nosotros compramos las entradas por la página web y decidimos descargarlas en casa (para que no nos cobraran por enviarlas), así que había que pasar por las taquillas para que nos dieran las entradas válidas con el código QR para entrar en ambos parques y reservar los fast pass, de los que os hablaré más adelante. Las taquillas se encuentran a ambos lados de la entrada, y no sé si era muy pronto o simplemente fue suerte, pero no hicimos nada de cola!
Con nuestras entradas en la mano, ya podíamos acceder al parque, pasando el QR por el escáner que tienen las máquinas de la entrada, y como podéis ver, las entradas son monísimas.
Cuando accedes a Disneyland Park te encuentras con la Main Street, una calle ambientada en una ciudad americana del s. XX. Todas las tiendas tienen merchandising Disney, desde platos y teteras hasta ropa, pasando por mantas y juguetes.
Como no podía ser de otra manera, fui directa a comprarme una diadema con orejas. Los que penséis que puede daros vergüenza llevar unas orejas enormes de Mickey en la cabeza, no os preocupéis, allí el raro es el que no las lleva!!!!
Nosotros fuimos en busca y captura de las ‘’atracciones fuertes’’. En el mapa se diferencia entre atracciones denominadas »aventuras en familia», las atracciones »perfecto con peques» y las de »emociones fuertes» donde fuimos de cabeza.
Mi atracción favoritisima de Disneyland Park es la de Buzz Lightyear Laser Blast. En esta atracción te subes a un vagón que va haciendo un recorrido donde aparecen los extraterrestres de la película Toy Story.
Cada vagón esta equipado con dos pistolas para que puedas disparar a los extraterrestres, lo que hace que tengas una gran competición con tu compañero de vagón!!!! A esto le sumamos que el vagón también tiene un joystick que se va moviendo de lado a lado, para evitar que el de al lado tenga equilibrio y pueda apuntar bien.
¡Una guerra en toda regla!
Esta atracción es una de las que cuenta con Fast Pass, que es uno de los mejores inventos que tiene Disney.
El Fast Pass es una especie de reserva para subir a la atracción. Existen determinadas atracciones que al rededor de la entrada cuentan con unas máquinas para sacar este ticket.
¿Cómo se hace? las máquinas tienen un lector de QR, pasas la entrada al parque y automáticamente te sale un ticket con dos horas, que indican que entre ese periodo de tiempo podrás subirte a la atracción sin hacer toooda la cola. Si tenemos fast pass solo hacemos la cola con la gente que tenga el fast pass con la misma hora que nosotros, ya que para llenar vagones priorizan a los que tengan fast pass antes que a los de la cola normal.
ADVERTENCIA: si ahora estás pensando: ¡Estupendo! entro a primera hora en el parque y voy cogiendo Fast Pass en todas las atracciones para tener hora de entrada y así no hacer cola en ninguna. Pues no.
Siento deciros que no se permite sacar dos fast pass seguidos si no ha pasado un determinado tiempo entre ellos, que suele ser de aproximadamente unas dos horas.
Si intentáis sacar alguno sin que haya pasado el tiempo, os saldrá un ticket como estos, donde indica a partir de qué hora podéis volver a sacar Fast Pass.
A parte de la atracción de Buzz, nos gustó un montón la atracción Big Thunder Mountain, una montaña rusa en Frontierland que recorre el Gran Cañón del Colorado.
Lo divertido de esta atracción es que es una isla en el lago sin ningún puente ni acceso a ella. ¿Cómo llegan los vagones hasta las vías que están aquí? Por debajo del agua!!
Esta atracción también tiene Fast Pass del que hicimos uso!
Si tuviera que descartar alguna atracción de Disneyland Park, sería la de Indiana Jones, que es una montaña rusa, y la de Pinocho, un paseo por el cuento en un trenecito, son bastante simplonas sin nada que destacar.
Nos quedamos con las ganas de montarnos en la atracción de Piratas del Caribe, que estaba en obras para reabrirla este verano 2017.
Después de estar toda la mañana explorando por Disneyland Park, era hora de comer y salimos del parque con un rumbo fijo.
Por donde nos dejó el transfer del hotel, antes de entrar en el parque ¡hay un Five Guys! el lugar donde hacen las mejores hamburguesas que probamos en Nueva York. Como en casa no tenemos ninguno cerca, no podíamos perder la oportunidad de volver a comer esa delicia.
Con las pilas recargadas y la tripa llena, fuimos a Walt Disney Studios. Entrar fue mucho más rápido ya que como teníamos las entradas solo teníamos que pasar la entrada por el lector, sin pasar por ninguna taquilla.
Si la entrada a Disneyland Park es una ciudad americana de principios del siglo XX, la entrada a Walt Disney Studios te transporta a la época dorada de Hollywood.
Walt Disney Studios se aleja de las princesas y de los cuentos para dedicar sus atracciones al cine y a los efectos especiales.
En este parque está la atracción más fuerte de ambos parques, la Hollywood Tower, una especie de caída libre dentro de un ascensor encantado.
Mi segunda atracción favoritisima dentro de todo Disneyland es la de Ratatouille, que se encuentra en los Studios.
En esta atracción 3D, los vagones son ratones y al subirte en ellos empieza una aventura reducidos a su tamaño para acompañar a Remy en una noche en el restaurante de Gusteau’s.
Me pareció una atracción preciosa, tanto para niños como para los mayores que seguimos disfrutamos de Disney.
En esta atracción entramos en la fila de Single Ride. Esta opción esta disponible para todos aquellos que se montan solos en las atracciones o que no les importa montarse sin sus acompañantes.
Con esta cola, van rellenando los huecos que quedan en los vagones y nos ahorramos 50 minutos de cola!
Aquí en los Studios también tenéis un tour muy chulo, subidos a un bus van explicando como se preparan y se graban algunas escenas de acción y de efectos especiales, ¡incluso te hacen ser parte de una de ellas!
Tanto un parque como el otro, están cuidados hasta el más mínimo detalle. Cada zona está ambientada perfectamente, y no solo las atracciones sino cualquier espacio libre en el parque va a tener decoración de alguna película.
Un ejemplo de ello es la zona de Toy Story, donde todo es enorme para que te sientas del tamaño de un juguete.
En esta zona, nos montamos en la atracción RC Racer, un coche de juguete que sube y baja con su propia inercia en una V. Para la cola que hicimos, no es gran cosa.
El tiempo de espera de esta atracción es mucho, ya que solo hay un coche, y en el cabrán unas 25 personas… No es una gran pérdida si no os da tiempo a subir.
En este parque nos quedamos con las ganas de subir en la Crush’s Coaster, la atracción dedicada a la película de Nemo. Siempre que nos acercábamos habían casi dos horas de espera, así que lo íbamos posponiendo para ver si en algún momento había menos, pero nunca pasó…
CONSEJO: Existe la aplicación para móvil de Disneyland París, donde además de mapa podréis ver cuánto tiempo de espera hay en cada atracción. Lo malo es que no hay wifi en todo el parque y que cuando hay mucha gente los datos móviles no funcionan del todo bien, pero para consultar algo puntual no está mal.
Después de toda la tarde por Walt Disney Studios, volvimos a Disneyland Park para volver a subirnos a la atracción de Buzz.
Cenamos en Main Street, en el restaurante Market House Deli, un restaurante de comida rápida. Cenamos dos tostadas francesas enormes, cubiertas de mantequilla y rellenas de jamón y queso, dos refrescos y un muffin, todo por unos 26€. Que para estar dentro del parque es un precio elevado pero no un atraco a mano armada.
Sin duda, la próxima vez que vuelva a Disney quiero cenar en el Restaurante de Gusteau’s, que se encuentra dentro de la atracción de Ratatouille. Cuando te bajas de ella, puedes ver el interior del mismo y cómo ésta de bien cuidada la decoración, una auténtica maravilla!
Después de cenar estuvimos mirando las tiendecitas mientras hacíamos tiempo para que empezara el show Disney Illuminations en el castillo de la Bella Durmiente. Este espectáculo es un mapping en el castillo con imágenes y las canciones de Disney, que acaban con fuegos artificiales, una pasada!!
Llamamos al transfer para que nos viniera a buscar y caímos muertos en el hotel, que estar despiertos desde las 4 de la mañana ya pesaba
Al día siguiente desayunamos en una cafetería cerca del hotel y probamos el Pain au Chocolate, que aunque tenga un aspecto parecido a una napolitana, sabe diferente y muy muy bueno.
Nuestro segundo día en los parques lo aprovechamos para subirnos en las atracciones que nos quedaban y para repetir algunas, sin duda la de Buzz y la Hollywood Tower!!!
Como buenos fans que somos de la saga de Star Wars, teníamos que probar sí o sí las dos atracciones que hay en Disney dedicadas a las películas. Desde hace unos 5 años, Disney compro Lucasfilm y desde entonces no han dudado en exprimirla al máximo, hasta llegar a crear o modificar atracciones para adaptarlas a temática galáctica, y las estrenan en este 25 aniversario.
Quizás porque esperábamos mucho, no nos parecieron atracciones bestiales. La atracción de Star Tours es una »película» en 4D o en 5D (yo me pierdo en esto de las dimensiones). En ella te sientas en una butaca que se va moviendo con lo que pasa en la pantalla, que en este caso es una aventura con C-3PO.
La Hyperspace Mountain, es la mítica Space Mountain de toda la vida pero simplemente le han cambiado el nombre para hacerlo más Star Wars. Una montaña rusa indoor que coge bastante velocidad, muy chula pero que siempre tiene una espera de más de 1 hora.
Antes de irnos del parque, pasamos por casualidad por una tienda que está dentro del castillo de la Bella Durmiente. No es una tienda más de souvenirs, sino que la tienda está dedicada exclusivamente a la navidad!
Desde hace poco, hemos decidido coleccionar adornos para el árbol de navidad de los lugares a los que viajemos (si es que encontramos, porque en los viajes que no son en época navideña es un poco difícil de encontrar).
Ya contamos con una bola de Nueva York, con Elmo y Coco de nuestro amado Port Aventura, y desde mayo se unen a nuestra colección unas orejitas de Mickey y una taza con los ratones de la Cenicienta, Jaq y mi queridísimo Gus.
Después de esta última compra, llamamos al transfer por última vez para ir a buscar nuestro coche y poner rumbo al Aeropuerto.
A las 9 de la noche dábamos por finalizado uno de los viajes que nos ha hecho volver a ser niños y a disfrutar de la magia.
Han pasado dos meses y ya pienso en volver a Disney, y esta vez me gustaría ir en navidad, para vivir aún más la magia de esos parques. Quien sabe si lo haremos pronto.
Hasta entonces, os dejo un vídeo de lo que fueron estos dos días y ¡a comerse el mundo!
[wpvideo rqnsOWMC]